Si tienes pensado montar una web es necesario tener presente algunos aspectos básicos a la hora de tener presencia en Internet.
1. Objetivo: aunque parezca básico lo primero que debes hacer es definir claramente la(s) meta(s) o propósito(s) que va a tener tu sitio en Internet. De ello puede depender mucho de los aspectos técnicos de tu web. ¿Por qué vas a invertir tiempo y/o dinero para que tu o tu negocio tenga presencia en Internet? La respuesta dependerá de lo que deseas conseguir con ese sitio: darte a conocer a través del entorno digital, tener un medio para expresarte, presentar tus habilidades o talentos en el canal online, generar una bsae de datos con datos de prospectos o futuros clientes, vender o comercializar productos, etc. Es importante que el objetivo esté perfectamente definido y tenga una fecha definida para alcanzarlo.
2. Nombre de dominio: la típica dirección web que ingresas en la barra del navegador (ej. www.miempresa.com, www.google.com, etc.). Será tu identidad o por lo menos tu dirección en Internet para que tus usuarios puedan ubicarte o acceder a tu sitio. Se recomienda que el nombre que elijas sea lo más corto posible, fácil de recordar, no genere confusión al pronunciarlo y al escribirlo y que pueda perfectamente relacionarse con tu marca. Puede usar los nombres de dominio terminados en el famoso o comercialmente más usado «.com» o dependiendo de tu país puedes usar la extensión que más produzca empatía entre tus futuros usuarios (ej. «.es»). Después de seleccionar tu nombre debes buscarlo y determinar si está disponible. Puedes reservarlo pagando directamente a empresas especializadas para ello o a través de tu empresa de hospedaje web o hosting. Yo tengo mis dominios con GoDaddy.
3. Hospedaje web: el hospedaje web no es más que un servidor u ordenador colocado en Internet donde podrás alojar o almacenar los ficheros y recursos de tu web para que estén disponibles a los usuarios en Internet. Tu nombre de dominio debe apuntar a tu servidor web, así cuando un usuario solicite tu página a través de un navegador (ej. Internet Explorer, Mozilla Firefox o Chrome) éste será el encargardo de enviar la página en cuestión.
4. Recursos o contenido: una web está compuesta de ficheros con código HTML, siglas de HyperText Markup Language («lenguaje de marcado de hipertexto»), es el código que entienden los navegadores para mostrar un documento o página web. También hay recursos adicionales como imágenes (jpg, gif, png), hojas de estilos (CSS), Javascript, Flash, Java, etc. Si no habías escuchado estos términos quizás te asuste un poco o te puede sonar a lenguaje de otra galaxia, pero no te preocupes, puedes montar una web (junto a todos estos elementos) sin saber nada de programación a través de los CMS o gestores de contenido (ej. WordPress, Joomla, etc.).
En los próximos artículos detallaremos cada uno de estos aspectos.